Derrumbar o reparar La dificil decision luego del terremoto
 Echar abajo o salvar la construcción. Esa es la encrucijada de muchos propietarios cuando miran sus viviendas. Y aunque los expertos saben que la palabra "reparación" puede generar desconfianza, es mejor alternativa que botar. Estudios de evaluación y análisis estructurales son sólo la punta del iceberg.
CHEQUEO. Antes de derribar una construcción, es imprescindible tener la opinión de ingenieros estructurales que determinen si dicha edificación puede o no ser recuperada con éxito.
Fuente: Portalinmobiliario.com
El sismo que afectó el centro - sur de Chile hace varias semanas no da tregua. Son muchas las construcciones que quedaron gravemente afectadas por el movimiento telúrico, e incluso algunas están ad portas de ser demolidas. Pero ahora la pregunta que muchos se hacen es: ¿un edificio con daños severos puede ser reparado? Porque ejemplos de reparación existen.
Una construcción que se transformó en el emblema más visible del daño que causó el terremoto de 1985, fue el edificio Hanga Roa, en Viña del Mar. En aquel entonces, el complejo construido en la década del 70 sufrió severos daños estructurales; que incluso hicieron pensar a los ingenieros de entonces que la única solución era echarlo abajo. Pero no fue así. Por el contrario, Haga Roa fue reparado y hasta el día de hoy permanece incólume; incluso mejor que en un principio; según dicen algunos.
EXPERIENCIA. El edificio Hanga Roa fue reparado luego de sufrir serios daños durante el terremoto de 1985. Hoy está en perfecto estado y sólo sufrió daños menores con el reciente sismo.
Fuente: www.flickr.com
“El edificio fue definitivamente otro después de la reparación. Nunca más hubo ningún problema; ni siquiera con temblores menores ni con éste ultimo”, dice Patricia Gómez, dueña de un departamento en el sexto piso del Hanga Roa. Y pese a que el 27 de febrero el Hanga Roa se movió como nunca, los daños fueron sólo cosméticos, según lo avalan tres estudios realizados por ingenieros estructurales.
Análisis a fondo
Según los entendidos en la materia siempre es mejor estudiar la situación puntual y ver la posibilidad de salvar la edificación antes de demolerla. “Es difícil decirlo, pero en general, si el edificio está geométricamente en buenas condiciones, está aplomado y no presenta descensos importantes la posibilidad de repararlo y reforzarlo siempre existe”, asegura el ingeniero civil, especialista en diseño antisísmico y análisis experimental de estructuras, Carl Lüders.
Aquí las recetas infalibles no existen. Hay muchos factores que influyen en la decisión final de si se derrumba o no una construcción. Todo depende de los análisis y testeos que realicen los estructuralistas, de los cálculos de la construcción, el análisis de daños, si las fallas son cosméticas o si efectivamente es necesario demoler.
¡Pero ojo!, este estudio debe ser realizado sólo por expertos. Según el presidente del Colegio de Arquitectos de Chile, Patricio Gross, la única garantía para estar tranquilos con la reparación de un edificio es contratar profesionales idóneos.
Carl Lüders también es enfático en decir que son los ingenieros estructurales quienes tienen la última palabra en este tema: “Nosotros pedimos los planos estructurarles y con esa información evaluamos cuáles son los elementos que están más solicitados o comprometidos (…) uno sabe dónde mirar, qué fisuras tienen importancia y cuáles no. De acuerdo a eso uno finalmente puede hacer un diagnóstico”.
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Ahora bien, hay propietarios de viviendas afectadas que no están dispuestos a arreglarlas porque creen que nunca volverán a ser las mismas de antes. La palabra “reparación” asusta a muchos. “Creo que es normal tener cierto recelo al principio, pero una vez que te entregan un informe de profesionales especializados que avalan y garantizan que la reparación quedará bien y que el edificio será seguro; uno vuelve a confiar”, dice Patricia Gómez.
Reafirma esta idea Patricio Gross: “hay edificios que causan mucha impresión y que dan más susto que otra cosa; pero que en realidad presentan fisuras superficiales que muchas veces son muy aparatosas”. Y es que según Gross, lo preocupante es que se empiecen a derrumbar estructuras a diestra y siniestra. “El problema es cuando se bota indiscriminadamente, sobre todo por los costos económicos que implica. Hay pérdidas materiales, porque hay que tener claro que botar una cosa es perderla; así de simple”, confiesa el arquitecto.
ACTUAR CON CAUTELA. Hay construcciones que muestran caída de revestimientos y parte de techumbre, pero eso no implica que hayan sufrido daños estructurales y deban derrumbarse. El llamado es a informase.
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Hay que estar conscientes además que si una construcción ha sufrido daños luego de un terremoto y se decide reparar, hay que hacerlo bien desde un principio. Los parches y soluciones a corto plazo no funcionan. Porque tomar el camino corto puede resultar un verdadero riesgo para sus habitantes. La responsabilidad de los propietarios es parte crucial en este proceso.
“Entiendo a quienes están reticentes a la reparación. Sé que puede existir miedo, molestia y agotamiento, pero les recomiendo que antes de derrumbar recapaciten y hagan un esfuerzo para asesorarse debidamente, porque creo que finalmente los costos asociados pueden ser incluso menores”, concluye el representante del Colegio de Arquitectos de Chile, Patricio Gross.
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